Amorée Lovell - Six Sadistic Songs For Children

Bueno, en lo personal, si he de definir qué estilo es el que prepondera por sobre toda la música que escucho, este será el Metal, y en sus más variadas formas. Pero por respeto a las mierdas que pueden leer este blog, y que tengan oidos tan sensibles que no puedan tolerar las más suaves melodías que algunos grupos de mi Mp4 suelen exponer, hablaré de un disco de otra tendencia.

En fin, es por eso, que para esta oportunidad, he de hablar de un disco que me gusta mucho, y que pertenece a la compositora, pianista y vocalista norteamericana Amorée Lovell. "Six Sadistic Song For Children", con su música responde un poco a la ironía del título mismo, dado que las letras dejan entrever un gusto extraño por lo bizarro, mientras que la música invita a sonreír o incluso a mover las patitas de forma inocente.

"For Lee" es la encargada de dar inicio a esta obra tan sutíl. No es una voz priviligeada, ni tampoco una músico que vaya a quedar en la historia, pero creo que hace lo suyo con el piano y sus tonos altos. No deja entrever cómo será el resto del disco hasta un poco pasado el minuto. "Kitty-witty" y "The Watermelon Song", de 4 y 24 segundos respectivamente, ya me dejan un "¿que mierda estoy escuchando?", la cuál es la primera sensación que me dejó, claro está, con una sonrisa de la satisfacción de descubrir algo nuevo. "Laika: An Allegory" sigue con un ritmo interesante y rayando un poco en lo gótico... buena sensación. Y por último, dejando para el final justamente un broche de oro: "The Alphabet Serial Song". Toda la ironía posible que no haya aparecido para los oyentes (de forma explícita) en los temas anteriores, queda expuesta de una manera encantadora en esta pista... Una a una, cada letra marca el nombre de algún personaje de la historia asesina de muchos lares. El nombre y qué lo caracterizó. Macabro es escuchar con voz suave y melódica a una mujer decir: "Prolific Pedro Lopez wins the body count, 300 dead...". Como dicen por ahí: "Niiice".

Bueno, no era mi idea alargarme tanto, pero ya lo hice. Si les molesta, pueden irse al mismo diablo. Si no, pueden tener mi recomendación sincera de que escuchen este disco. Les prometo que, sea cual sea vuestro estilo musical, no resultará indiferente al menos alguna canción que lo compone.

Y para despedirme, mi acostumbrada frase:


¡Adios, ilusos!